La vida es una sucesión continua de momentos, buenos, regulares o malos y el arte de fluir con ellos no es más que el arte de vivir.
De esta forma, cuando nos ocurre algo inesperado, y no deseado, tenemos dos opciones: 1) resistirnos a lo que está ocurriendo, quejándonos de lo mal que lo estamos pasando, haciéndonos las víctimas, buscando culpables, o 2) podemos fluir con lo ocurrido, aceptando primero nuestros sentimientos de ira, impotencia, nerviosismo, etc…, y a continuación decidiendo el siguiente paso a tomar teniendo en cuenta las nuevas circunstancias.
Fluir no significa pasarlo bien o disfrutar, sino navegar sin resistencia, adaptando la actitud a las condiciones externas que no controlamos. Por mucho que nos empeñemos en cambiar una situación que no depende de nosotros no lo vamos a conseguir, es como pedirle burbujas a tu café.
No estamos fluyendo cuando: tenemos sentimientos de frustración, enfado, envidia, celos, o tenemos la sensación de que todo es difícil, o que requiere mucho esfuerzo. Si le tienes que poner mucho esfuerzo, es posible que estés yendo contracorriente.
Estamos fluyendo cuando: tenemos la sensación de que la situación es fácil, nos sentimos serenos, tranquilos, entusiasmados, alegres, confiados, aceptamos lo que sucede y nos responsabilizamos de cambiar lo que podamos cambiar cuando no es lo que queremos.
¿Cuáles son las cualidades, o habilidades, que nos ayudan a fluir de manera natural con la vida?
Flexibilidad emocional. Algo que podemos aprender de los niños, quienes pasan de la peor rabieta a la carcajada más grande en décimas de segundo. Aprender a reconocer, aceptar y sentir nuestras emociones es clave para que estas fluyan con naturalidad, en vez de resistirse y hacer que se queden con nosotros más tiempo del necesario.
Presencia. Vivir el momento presente por lo que es, un momento más, evitando los juicios y centrándonos en crear movimiento en la dirección que deseamos.
Aceptación. Si esquivas lo que te sucede, si lo evitas, si te sientes mal, a disgusto o nervioso, entonces no estás aceptando la situación o el momento. Aceptarlo es el primer paso para poder hacer algo.
Ocuparse, No preocuparse! Si estás a disgusto en una situación responsabilízate de tu emoción y de hacer lo que sea necesario para cambiarla, si es lo que deseas.
Actitud de apoyo. Encuentra una actitud, o forma de ver la situación presente, que te ayude a sacarle el máximo provecho. Si te cuesta encontrarla, siempre puedes mirarlo desde el aprendizaje o la oportunidad.
“LA VIDA ES UNA SERIE DE CAMBIOS NATURALES Y ESPONTÁNEOS. NO LOS RESISTAS, ESO SÓLO CAUSA SUFRIMIENTO. DEJA QUE LA REALIDAD SEA LA REALIDAD. PERMITE QUE LAS COSAS FLUYAN NATURALMENTE HACIA ADELANTE.” LAO TZU
Deseo que en los momentos difíciles por los que estamos pasando seamos conscientes de la necesidad de tener una actitud favorable que nos ayude.
Más que nunca ahora es momento de ser resilentes.
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https://yessicaro.wordpress.com/2021/01/10/soul/
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