Estamos formados por nuestros pensamientos; nos convertimos en lo que pensamos. Cuando la mente es pura, la alegría nos sigue como una sombra que nunca se va. Buda
Recientemente he descubierto una meditación para dejar nuestra mente en calma. Se trata de observar nuestros pensamientos, no seguirlos, ni juzgarlos; solamente ser observador. Esta posición nos da una perspectiva que nos permite mantener nuestra mente serena y ser capaces de afrontar las situaciones con más eficacia y conocimiento lo que a la larga nos permite actuar de una forma más segura y nos hace sentir bien.
Es aquello de según pienso, me siento y según me siento actúo. Está claro, si tienes pensamientos negativos, te sentirás mal y eso te llevará a actuar con desilusión y desgana o a no actuar.
Volviendo a la meditación, ésta sugiere que imaginemos que estamos en un cine y que somos espectadores de una pantalla gigante donde se proyectan nuestros pensamientos. Desde esta posición, sólo los vemos pero no nos involucramos con ellos, los vemos pasar. Y entre uno y otro se va generando un espacio de serenidad. Es cierto. Y conforme mantienes esta visión, vas dejándolos pasar y cada vez pasan con más lentitud lo que te permite más espacios de calma.
En relación a este tema, he recordado una reflexión de Andy Puigcombe (fue monje budista pero decidió abandonar su retiro para explicar ala gente de a pie los beneficios de la meditación y cómo hacerla) que decía que nuestra mente es como una autopista y que nuestros pensamientos son los vehículos que circulan por ella, normalmente hay mucha tráfico ¿verdad? y algún que otro atasco o accidente. Pues nuestra misión cuando meditamos es subirnos a una ladera y desde allí observar como circulan los coches, simplemente. Imagínate la escena, en esa situación no se nos ocurre bajar de donde estamos y ponernos a perseguir ningún vehículo, pues con nuestros pensamientos lo mismo, los dejamos ir y que circulen y no los perseguimos.
Observamos.
Eso nos dará mucha calma para nuestra mente.
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ES MOMENTO DE SER FELIZ 