La felicidad no es algo que se pospone, sino algo que se diseña para el presente.
Saber como valorar las cosas que le dan sentido a tu vida, es todo lo que necesitas para estar bien.
La felicidad se encuentra en los pequeños detalles aunque no siempre seamos capaces de apreciar esos motivos de gratitud en el día a día.
Existen algunas causas que pueden impedir que podamos apreciar de una forma natural los pequeños detalles: el estrés y el exceso de ocupaciones son dos de las principales barreras.
¿por qué?
¡Si la vida solo hay una y hay que aprovecharla al máximo! (ahora se lleva mucho lo de Carpe Diem)
No hay que ir pensando que va a ser negativo lo que nos ocurra, ni tampoco ir cansados ya de vivir o eso parece, como si nos faltara la chispa que hace arrancar nuestro motor. Hay que decidirse. ¡vamos a quemar hasta el último segundo de nuestra vida y a exprimir hasta la última gota de nuestra felicidad!
Vamos a sonreír siempre, hasta en los peores momentos ( o eso creemos nosotros porque en realidad son momentos de aprendizaje).
Contagiarnos de una alegría brutal y empezar el diciendo :»¡Hoy va a ser una gran día!» (veras como funciona, haz la prueba) y a partir de ese instante nos dedicaremos a vivir y a disfrutar de los pequeños detalles que nos dan la felicidad.
Damos las gracias por tener un nuevo día, una nueva oportunidad de ser felices.
Otra cosa que nos hará estar mas enchufado a la vida es ser agradecidos con los demás y ser amables.
La expresión de gratitud más simple que conozco consiste en una mera sonrisa y un gracias . Estoy segura de que eres capaz de imaginar alguna ocasión en que has recibido de otra persona un amable gracias acompañado de una sonrisa sincera, ¿recuerdas como eso te hizo sentir? Ya te lo digo yo: ¡Muy bien!
A veces un gesto amable o un detalle que nace desde el corazón, es suficiente para lograr que tu día valga la pena. Ghandi
Y se trata de saborear cada pequeño detalle que te haga sonreír y vivir.
En la vida existen muchos pequeños momentos y detalles que la mayoría del tiempo, no sabemos apreciar como se debe pero que si te pones a pensar, son los que más hacen que valga la pena. Son pequeñas cosas como:
Agua caliente en mi espalda. La ducha de por la mañana, si hace frío, sentir unos minutitos el agua caliente por la espalda…
Mis pies en la alfombra. O en la arena de la playa, o en la hierba, o en la orilla del mar…
Un rayo de sol cuando hace frío. Buscar el solecito cuando damos un paseo, o la sombra si hace calor…
Un cielo estrellado. Mirar el cielo por la noche, si más.
El olor del primer café de la mañana. Esa sensación de dar comienzo al día con energía que da el primer café no se puede describir con palabras.
Y muchos más detalles, ¿verdad?
También quiero que tengas en cuenta que para disfrutar del día a día hay que vivir centrado en el ahora, o sea, vivir en el momento presente y de una manera consciente porque si nolo haces así, las cosas buenas, en realidad todas las cosas, te pasarán sin que te des cuenta y no podrás saborearlas y disfrutarlas.
Si la vida te da un limón, haz limonada (Dale Carnegie)
Así que: ¡Es momento de ser feliz!
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