Meditación (II)

Cuando  me empezaron a hablar de la meditación, pensé que era una cosa para personas  muy espirituales y me imaginaba solo a monjes tibetanos con túnicas naranja pasando las horas en la misma posición y en silencio.

Con el tiempo, acudí a alguna sesión de meditación conjunta, pero no acababa de entender. También a alguna sesión de mindfulness pero no terminaba por encontrar el sentido.

Un día, de casualidad (bueno no de tanta casualidad porque ahora creo que las cosas se nos presentan en el momento adecuado, cuando estamos preparados), estaba comprando un libro para regalar y había cola en la caja. Mientras esperaba mi turno decidí echar un vistazo a los libros que habían en una mesa y encontré  “MINDFULNESS, ATENCION PLENA. HAZ ESPACIO EN TU MENTE de ANDY PUDDICOMBE (Editorial EDAF).

¡Os lo recomiendo!

Andy Puddicombre es un antiguo monje budista. Su aprendizaje de la meditación le ha llevado por todo el mundo y en el año 2004 regreso a Reino Unido con la intención de desmitificar la meditación y hacerlo algo accesible a tanta gente como fuera posible.

Y yo me incluyo entre esa gente, porque gracias a este libro he entendido lo que significa la meditación y como podemos incorporarla en nuestra vida diaria.

La contraportada del libro dice exactamente: “ Si alguna vez has deseado detener el parloteo de tu mente , concéntrate con mayor facilidad, experimentar una mayor sensación de calma y de bienestar, o simplemente poder dormir por la noche, entonces es tiempo de ampliar tu espacio mental. Esto es meditación, pero no como lo conocías hasta ahora . Aquí no tienes que recitar nada, ni sentarte con las piernas cruzadas, ni hay ninguna creencia particular. Y lo que es más, esta técnica tan fácil de aprender te supone únicamente 10 minutos al día, proporcionándote resultados que pueden cambiar tu vida”.

Mas claro, ¡imposible!

La meditación es ser consciente del momento que estás viviendo.  El aquí y ahora. Concéntrate cada instante en lo que haces y sientes.  Por ejemplo, si estás escribiendo, observa  el lápiz con el que escribes, mira los detalles del papel, fíjate en el tamaño de tu letra, en las líneas que llevas escritas; no vale estar escribiendo e ir rápido y de forma automática y al mismo tiempo pensando que es lo que vas a hacer para la cena y que no te quedan calabacines y que mañana no puedes ir a la compra porque tienes que llevar a tu hijo al medico y que éste no podrá ir a clase por la tarde y que tendrás que llamar a una mamá para que te diga los deberes y que…

¿te suena algo?

Y ¿quieres que esto cambie?

Desde mi experiencia te digo que solo tienes que ponerte a ello. ¡ A MEDITAR!

  • Practica diariamente.
  • Siempre lo harás bien. Se adquiere experiencia con la práctica. Puede que un día se vaya tu mente detrás de los pensamientos (que si has de preparar la comida, si debes ir a la compra, si tienes un informe que terminar, que si llueve y tus hijas no llevan paraguas, etc.), no importa, cada vez que aparezca un pensamiento, déjalo ir y vuelve a concentrar tu mente.
  • Es recomendable , aunque no necesario, que lo hagas a la misma hora. Yo prefiero por las mañanas, cuando me levanto, antes de empezar la jornada.
  • Busca un lugar tranquilo y obviamente desconecta tu móvil  y otras distracciones.
  • Dedícate ese tiempo. Leí una frase muy buena que decía: “si no tienes tiempo para meditar diez minutos, entonces medita una hora”

 


En el libro que te comento hay unas historias que se cuentan para explicar el funcionamiento de nuestra mente y la calma que necesita para conseguir el bienestar.  Te relato una de ellas porque me parece bonita y didáctica. “Imaginate  un tranquilo y claro estanque. El agua es bastante profunda, pero muy, muy clara. A causa de la claridad del agua puedes todo lo que hay en el fondo, y aunque el estanque es profundo, las cosas del fondo parece n estar en la superficie. Ahora imagina que estás sentado a la orilla del agua, arrojando piedrecitas al centro del estanque. Comienzas a hacerlo despacio, arrojando una de vez en cuando. Y te das cuenta de que cada piedrecilla crea una onda en la superficie del agua, y que el agua tarda algún tiempo en recobrar su calma inicial. Si arrojas otra antes de que el agua se haya calmado del todo, crearas una nueva serie de ondas que confluirá con la anterior. Ahora imagina que arrojas una piedra tras otra y contemplas toda la superficie del agua agitada al mismo tiempo. Cuando la superficie del agua está así, es casi imposible ver nada en el agua, y mucho menos de lo que hay en el fondo «.

Esta imagen refleja la superficie de nuestras mentes. Cada nuevo pensamiento es como una piedrecita que arrojas al agua y creas ondas en la superficie . Estamos tan acostumbrados a arrojar piedrecitas que hemos olvidado como es el agua en calma.

Se trata, pues, de dejar de llenar nuestra mente de pensamientos que no nos dejan ver con claridad nuestro fondo para poder mantener nuestra calma.

agua estanque


 

En la próxima entrada te mostraré unos ejercicios para meditar y te explicaré que en todas las acciones que realizamos diariamente podemos ser conscientes y practicar la meditación, la atención plena.  Estar presentes y disfrutar del aquí y el ahora.


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